La comunicación aumentativa y alternativa (CAA) es ese conjunto de herramientas al que recurrimos cuando la lengua oral no se ha desarrollado y tenemos necesidades comunicativas sin cubrir. La CAA puede mejorar la interacción social, el rendimiento académico y la autoestima de las personas con desafíos comunicativos.
Sin embargo, para que la CAA sea efectiva, es necesario que el entorno sea accesible para todas las personas que lo utilizan. En lo que a entornos escolares se refiere, la accesibilidad universal es la condición que deben cumplir los entornos, procesos, bienes, productos y servicios, así como los objetos o instrumentos, herramientas y dispositivos, para ser comprensibles, utilizables y practicables por todas las personas en condiciones de seguridad y comodidad y de la forma más autónoma y natural posible. Se trata de un derecho recogido en la legislación española y en tratados internacionales como la Convención Internacional de Derechos de las Personas con Discapacidad.
¿Cómo hacer un aula accesible?
En este artículo, os comparto algunas propuestas para hacer un aula accesible para las personas que usan CAA:
Accesibilidad física
La accesibilidad física se refiere a la posibilidad de que cualquier persona pueda moverse de forma autónoma por los espacios del centro educativo. Recordemos que para que se produzca un aprendizaje, el primer escalón que debemos subir es poder estar presente, para ello, es necesario eliminar o minimizar las barreras arquitectónicas que puedan impedir o dificultar el acceso:
- Asegurar que las puertas sean lo suficientemente anchas y que no tengan escalones ni umbrales que dificulten el paso.
- Pon a una altura correcta aquellos estímulos que estén disponibles en el aula: murales sensoriales, pulsadores, juguetes…
- Dotar al aula de mobiliario ergonómico y ajustable a las necesidades de cada persona.
- Facilitar el acceso a los recursos materiales y tecnológicos del aula, como ordenadores, pizarras digitales o proyectores.
Accesibilidad sensorial
La accesibilidad sensorial se refiere a la posibilidad de que cualquier persona pueda percibir e interpretar correctamente la información que se transmite a través de los sentidos. Para ello, es necesario tener en cuenta las necesidades de las personas con discapacidad visual, auditiva o comunicativa y adaptar los medios y los formatos de comunicación. Algunas medidas que se pueden adoptar son:
- Utilizar un sistema de amplificación de sonido en el aula, como micrófonos.
- Emplear un lenguaje claro, sencillo y directo.
- Complementar el lenguaje oral con apoyos visuales, así como tener accesible el SAAC en baja tecnología que se adecue a las necesidades del aula.
- Asegurar una buena iluminación y ventilación del aula, evitando reflejos, sombras o ruidos visual que puedan distraer o molestar a las personas con déficit de atención, hipersensibilidad sensorial o problemas visuales.
- Utilizar colores contrastados, tipografías accesibles y tamaños adecuados para los textos escritos, tanto en papel como en pantalla. Se pueden usar programas de lectura de pantalla, lupas o audiolibros para las personas con discapacidad visual.
Accesibilidad cognitiva
La accesibilidad cognitiva se refiere a la posibilidad de que cualquier persona pueda comprender y procesar la información que se presenta en el entorno educativo. Para ello, es necesario tener en cuenta las características, los intereses y las capacidades de cada persona y adaptar los contenidos, las metodologías y las estrategias de enseñanza y aprendizaje. Algunas medidas que se pueden adoptar son:
- Aplicar el diseño universal para el aprendizaje (DUA), que consiste en ofrecer múltiples formas de presentar la información, de implicar a los estudiantes y de evaluar los resultados. El DUA permite personalizar la enseñanza y atender a la diversidad del alumnado, ofreciendo opciones y recursos variados que se ajusten a sus preferencias y necesidades.
- Seguir las pautas de lectura fácil, que consisten en adaptar el texto de forma que permita una lectura y una comprensión más sencilla, transmitiendo lo fundamental y significativo. No se trata solo de aumentar la legibilidad, sino también de simplificar el vocabulario y la estructura para facilitar la comprensión a todos los lectores.
- Anticipar los objetivos, los contenidos y las actividades que se van a realizar en cada sesión, explicando claramente lo que se espera de cada persona y ofreciendo ejemplos o modelos. Se puede usar una agenda visual con pictogramas que muestren la secuencia de las tareas. También se pueden usar temporizadores visuales o asociar canciones para determinar el inicio o fin de una actividad concreta.
- Fomentar la participación activa y colaborativa del alumnado, creando grupos heterogéneos y cooperativos que favorezcan el intercambio de ideas, la ayuda mutua y el respeto a la diversidad. Se pueden usar estrategias como el aprendizaje basado en proyectos, en problemas o en juegos.
- Utilizar una evaluación formativa y continua, que permita recoger información sobre el proceso de aprendizaje y ofrecer retroalimentación constructiva y orientadora.
Estas son algunas propuestas para hacer un aula accesible para las personas que usan CAA, pero no son las únicas ni las definitivas. Lo importante es tener una actitud abierta, flexible e innovadora que nos permita adaptarnos a las necesidades cambiantes del alumnado y del contexto educativo. Solo así podremos garantizar una educación inclusiva y de calidad para todos y todas.
Si necesitas ayuda para conseguir que tu aula sea accesible para la comunicación aumentativa y alternativa, ponte en contacto conmigo y te echaré una mano.
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