Comencé mi carrera profesional en el Centro Santa Ángela de la Cruz (APASCIDE), dedicado a jóvenes con sordoceguera.
Allí descubrí cómo personas con tantos desafíos sensoriales, motores, cognitivos y socio comunicativos buscaban formas alternativas de comunicación para conectar con el entorno, lo que grabó a fuego en mí el hecho de que todos nos comunicamos, de una u otra manera.
Posteriormente formé parte del fantástico equipo multidisciplinar del CAIT y Centro de Atención Infantil Integral del Hospital San Juan de Dios de Sevilla.
Tener contacto con tantas familias con características tan diferentes, unido a la maravillosa experiencia que es tener al lado a un equipo con tanta variedad de perfiles profesionales, me dio una perspectiva global muy necesaria en todos los ámbitos.
Actualmente acompaño a familias para dar respuesta a las necesidades comunicativas de su hijos a través de evaluación, acompañamiento e intervención directa.
Lo cual me está dando la oportunidad de comprobar con mis propios ojos cómo puede cambiarle la vida a una persona cuando hacemos accesible su entorno a nivel comunicativo y se le abren las puertas a la participación social. ¡Es algo asombroso!